viernes, septiembre 28, 2012

El mal del alma


-¿Que puede ser eso?- Preguntó, asombrado, el padre Brown.

-¡Ah!- dijo Flambeau, riendo-. Es una nueva religión, una de esas religiones nuevas que le perdonan a uno sus pecados asegurando que nunca los ha cometido. Creo que es algo como la llamad ciencia cristiana. Un tipo llamado Kalon ha alquilado el piso que esta encima del mío. Debajo tengo dos mecanógrafas y arriba ese charlatán. Se llama así mismo el Nuevo Sacerdote de Apolo, y adora al sol.

-Pues que tanga cuidado- dijo el padre Brown-; porque el sol fue siempre el más cruel de todos los dioses. Pero ¿qué significa ese ojo gigantesco?

-Tengo entendido -explicó Flambeau- que, según la teoría de esta gente, el hombre puede soportarlo todo, siempre que su espíritu sea firme. Sus dos símbolos principales son el sol y el ojo alerta, porque dicen que el hombre enteramente sano puede mirar al sol de frente.

-Un hombre enteramente sano- observo el padre Brown - no se molestaría en eso.

-Bueno eso es lo que yo sé de la nueva religión -prosiguió Flambeau-. Naturalmente, se jactan también de curar todos los males del cuerpo.

-¿Y curaran el único mal del alma? -Pregunto con curiosidad el padre Brown.

-¿Cual es? -dijo el otro sonriendo.

-¡Oh! pensar que está uno enteramente sano y perfecto -dijo su amigo.


G.K. Chesterton -El ojo de Apolo
El padre Brown, Relatos completos.

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