miércoles, enero 07, 2009

Soy idiota




-Entonces, ¿tú eres Nakata?
-Si, soy Nakata. Y usted, señor gato, ¿como se llama usted?
-Lo he olvidado -dijo el gato negro- No es que no tuviera nombre, pero dejé de necesitarlo y lo olvide.
-Sí, las cosas que no hacen falta se olvidan enseguida. A Nakata también le sucede -dijo el hombre rascándose la cabeza-, O sea, que usted, señor gato, no pertenece a ninguna familia ¿verdad?
-Hace tiempo sí. Pero ahora no. A veces me dan de comer en alguna casa del vecindario, pero no pertenezco a ninguna.
Nakata asintió y enmudeció durante unos instantes. Luego añadió:
-Entonces, ¿podría llamarlo señor Otsuka?
-¿Otsuka? -preguntó el gato contemplando el rostro de su interlocutor con sorpresa-, ¿Y eso qué significa? ¿Por qué me llamas así... Otsuka?
-No, no. No es que tenga un sentido en particular. Sólo que a Nakata se le ha ocurrido, sin más. Es que si no tiene usted nombre me cuesta acordarme; así que le he puesto uno que a mí me ha parecido adecuado. Sólo eso. Es más práctico que se llame usted de alguna form. Así, por ejemplo, incluso un diota como Nakata podrá archvar de una manera fácil de entender un dato concreto como que la tarde de tal día y de tal mes se ha encontrado y hablado con un gato negro llamado señor Otsuka en un solar de la manzana segunda del barrio.



continua... pag 66


Kafka en la orilla.
Haruki Murakami.

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